¿Empezamos? El marco de madera debe estar colocado justo en el interior de la chapa y bordeando el agujero. Aplicamos una cantidad abundante de Sikaflex (un adhesivo y sellador de juntas) en ambos marcos interiores de la ventana. Esto impermeabiliza completamente y es muy resistente. Una persona coloca desde fuera la parte exterior de la ventana y la persona que está dentro encaja la parte interior. De esta manera, se coloca de manera precisa para hacer coincidir los agujeros para cada tornillo.
Los agujeros para los tornillos y los tornillos (de acero inoxidable) vienen también incluidos por lo que, a priori, no es necesario avellanar. En cualquier caso, es fácil hacerlo con un taladro y una broca a la medida.
Dependiendo del modelo elegido, la ventana deberá atornillarse desde el interior o desde el exterior. Con un taladro se introduce cada tornillo en el agujero de forma que la ventana se acople a la perfección a medida que se van introduciendo todos. Si no es así, deberemos comprobar que ambas partes están a la misma altura y no hay bordes que choquen.
Una vez que la tenemos bien adaptada, los tornillos quedarán tapados con un embellecedor o embellecedores a medida. Éstos vienen incluidos con la propia ventana.
Y… ¡voilà! ¡Y ya tenemos la ventana perfectamente instalada!