Se merecían una mención aparte y detallada porque, más que un tipo de camper, es una característica apta para todo los tamaños de furgoneta, la modalidad más aventurera. Una furgoneta 4×4 es la mejor opción cuando se pretende circular mayoritariamente por pistas sin asfaltar y terrenos más dificultosos. Como contrapartida nos encontraremos con un consumo y mantenimiento más caros.
Las necesidades de cada persona son únicas y, afortunadamente, todos los tamaños de furgoneta (mini, medianas y gran volumen) ofrecen la posibilidad de tracción a las 4 ruedas. Por un lado, podemos comprarla ya en su versión 4×4 de fábrica o sustituir la tracción original de un vehículo y convertirlo en todoterreno. Este último es un proceso de coste elevado y que, por supuesto, hay que homologar pero, si se presenta como posibilidad, no está demás valorar los pros y contras de ambas posibilidades.
Lo ideal es que el vehículo disponga de opción 4×4 y 4×2 para ir cambiando según el terreno, controlar mejor el desgaste y el consumo del vehículo. Además, cabe destacar que una furgoneta 4×4 aguanta mucho mejor el peso de nuestra camper, algo a considerar cuando la carga va a aumentar considerablemente tras el proceso de camperización.
Estos son los modelos de furgonetas todoterreno más relevantes que encontrarás en el mercado según tamaño: